¡BIENVENIDOS!

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ES ESTE UN ESPACIO DONDE ME PERMITO SUBIR MIS REFLEXIONES, POEMAS, INCLUSO CANCIONES. UNA PEQUEÑA MUESTRA DE AQUELLO QUE ME GUSTA HACER.

jueves, 3 de diciembre de 2009

LA PLAZA, MI VIDA...

La plaza quedó vacía, podía oír mis pasos mientras avanzaba por ella, tal era el silencio. Escuchaba mis voces internas en una discusión ensordecedora y los latidos de mi corazón atribulado, fluctuando entre miedo, angustia, firmeza, gozo, dolor; golpeaban con fuerza cada uno pretendiendo imponerse a los demás; la verdad, creo que era el miedo quien salía triunfante.
Mientras tanto, seguía avanzando dentro de la plaza.
Reduje mi paso para analizar mi miedo,-y es que tiene tantas aristas como una fina joya- no encontraba la razón de mi temor, empecé a darme cuenta que dentro de mí una profunda tristeza estaba agazapada, pareciera que no quería me diera cuenta de su presencia... ahí en mi interior se gestaba una gran decepción. Lo peor de todo es que el desencanto no provenía de una situación externa,aunque he de reconocer que muchas cosas en mi vida andaban mal y me sentía poco hábil para hacer frente a tanto problema por resolver. Pero esa desilusión era interna... me había embarcado en una relación amorosa y parecía que mi barca zozobraba, buscaba el lado optimista de las cosas, justificando mi falta de pericia, sin embargo, muy bien sabía que era cobarde y no quería ver la realidad. Esta, por cruel y dolorosa, disfrazaba un miedo a estar sola, una frustración y un tremendo fracaso, creí poder contener, apoyar, compartir; en una palabra, convivir, pero ahí, frente a mí, estaba una estatua desmoronándose, una escultura hecha de arena que con el viento se deshacía sin que pudiera hacer nada al respecto, tan solo llorar, lamentarme, mecerme los cabellos en el colmo de mi desesperación. Lo había intentado todo y a cada esfuerzo sobrevenía un nuevo tropieso, y mi sensación de impotencia se iba acrecentando. ¿Hoy tocaba doblar las manos? me preguntaba incesantemente. ¿Habría que cerrar este capítulo?. Insensato parecía continuar, seguir invirtiendo mi tiempo y mi esfuerzo en esta causa perdida.
Mi corazón seguía latiendo fuertemente y sus latidos en la plaza vacía, hacían eco en mi vida que se iba vaciando, dejándome sin un propósito y a la vez con una gran tarea: reconstruirme, volver a mi vida.


® DERECHOS RESERVADOS
IRENE MARTINEZ CAVA

miércoles, 2 de diciembre de 2009

NAUFRAGANDO

Rodeada me encuentro en un oceano de personas, pero estoy en mi balsa naufragando en soledad, alejada del cielo, mordiendo el polvo que levanto al evocar la pena del adiós.
Al ver las parejas demostrándose cariño, me pregunto -y me duele- el que no estés aquí.
No estás, porque no quieres, porque torpe o sabiamente cerraste la compuerta que hacía fluir, -y en algunas ocasiones incluso desbordar- el deseo y el amor que la presa contiene. ¿No lo quieres ver?, ¿acaso no puedes?.
Nos diluiremos, o tal vez, nos vamos evaporando, formaremos una nube y volveremos en lluvia a empapar la tierra. Hoy se ha convertido en árido terreno, en estéril desierto, donde nada germina.
Tu hosquedad, mi alejamiento... secan la posibilidad de un próximo encuentro.
No cedes, no cedo, me has triturado en tu molino de juicios, estoy amortajada, envuelta en un pergamino repleto de preceptos: "no hagas... no digas... aclara, analiza, piensa, niña piensa, me da la impresión que eres más tonta que un mísero arado".
Me duelo al pensarte, sabiéndote lejos, las olas revientan entre sol y arena, con la luna llena cargadas de fuerza, vuelven a la playa que las vió nacer, saludan, se alejan, constante es su vaiven, el mar siempre vuelve... pero tu mi amada... jamás volverás.


® DERECHOS RESERVADOS
IRENE MARTINEZ CAVA